Yolanda Díaz, cuatro acuerdos en seis meses

Cuando Yolanda Díaz, militante del Partido Comunista, asumió la cartera de Trabajo, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, se echó a temblar. Dijo que a la patronal le daba “miedo” la batería de propuestas de socialistas y morados al llegar a Moncloa. Pero este viernes, el jardín del palacio presidencial ha sido el escenario de un nuevo entendimiento, el cuarto en seis meses, entre Gobierno, sindicatos y patronal.
La dirigente de Unidas Podemos incomodó a la CEOE, pero su mano tejiendo acuerdos ha demostrado que el pacto se está convirtiendo en la norma en esta etapa de Gobierno de coalición. Desde enero, el Ejecutivo ha puesto de acuerdo a empresarios y sindicatos en cuestiones clave como el salario mínimo, la ejecución de los ERTEs y las dos prórrogas de esta medida destinada a salvar el tejido empresarial del país.
Díaz se ha erigido en una figura política de peso en el Gobierno de coalición. Era una desconocida para el gran público cuando llegó a Moncloa, pero sus intervenciones en el Congreso y los pactos a los que está llegando su departamento son la carta de presentación de una ministra a la que algunos sectores, incluso de su propio partido, ven como sucesora de Pablo Iglesias al frente de Unidas Podemos. No obstante, lleva dos décadas militando en la izquierda e Iglesias trabajó para ella antes de la fundación del partido morado.
La covid-19 es el aceite que ha engrasado la máquina de los pactos. La crisis económica, de consecuencias aún inciertas, que está ocasionando la pandemia en España, y en el resto del mundo, ha apremiado a los agentes sociales a llegar a estos entendimientos. Y así lo ha reconocido el propio Pedro Sánchez: “Estamos lanzando acuerdos sólidos con regularidad, como estamos viendo en estos últimos meses, vinculados con la emergencia sanitaria”.
La necesidad de sellar acuerdos, además, está motivada en parte por presentarse en Bruselas con una voz firme
La necesidad de sellar acuerdos, además, está motivada en parte por presentarse en Bruselas con una voz firme en un momento clave: cuando aún se debe pactar el reparto del maná europeo que ha movilizado la Unión para hacer frente a la crisis. El Gobierno sabe que los 750.000 millones que lloverán en cuanto haya acuerdo entre los 27 socios comunitarios marcarán de manera decisiva su plan de presupuestos para el año que viene. Y solo si España acude unida, obtiene crédito suficiente.
“Acordado mandamos un mensaje de confianza a la sociedad y a los socios europeos y a todo el mundo. Estos acuerdos se han construido en un tiempo récord y con medidas de alcance inédito en la historia de la democracia. Cuando España acuerda con España, España avanza. Es lo que sellamos bajo dos pilares: proteger empleos y empresas y reactivar la economía”, ha lanzado el presidente del Gobierno.
Aún queda mucho por hacer. El propio borrador del acuerdo emplaza a recuperar el diálogo social y a “intensificar las reuniones en el plazo más breve posible” para sentar las bases de un crecimiento económico sostenible e inclusivo, sustentado en la economía “verde” y la transición ecológica, en la digitalización, en la reindustrialización del país y el desarrollo de sectores estratégicos. También en la colaboración público-privada, la I+D y la ciencia, en la educación y la formación profesional.
El propio Sánchez ha asegurado que empresarios, Gobierno y sindicatos ya están trabajando en hacer de los ERTES “un elemento estructural
El propio Sánchez ha asegurado que empresarios, Gobierno y sindicatos ya están trabajando en hacer de los ERTES “un elemento estructural, como existe en otros países del entorno europeo”. Por eso, los términos del acuerdo escenificado este viernes son amplios, para continuar el trabajo, aunque lo importante es que se han sentado las líneas sobre las que deben discurrir las medidas que impulse el Ejecutivo esta legislatura.
El PP, fuera de juego
La imagen de los empresarios brindado en Moncloa con los sindicatos contrasta con el ‘no’ del PP. Los populares están poniendo más trabas a llegar a pactos con Sánchez. Este jueves fracasaron las negociaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición para alcanzar un entendimiento sobre alguno de los cuatro documentos con propuestas que ha alumbrado la Comisión de Reconstrucción del Congreso ideada por el PP.
Y eso que fuentes del PP aseguraron que estaba cerca un acuerdo en materia de Sanidad, que el líder de los populares bautizó como pacto Cajal, y en Unión Europea para respaldar a España en la batalla europea de los fondos.
Los acuerdos del Gobierno con los empresarios refuerzan la imagen de la coalición, a pesar del pacto que trascendió entre morados, socialistas y EH Bildu para derogar de manera ”íntegra” la reforma laboral a cambio del respaldo de los independentistas vascos a la penúltima prórroga del estado de alarma.
Ese acuerdo, que rectificó el PSOE al poco de hacerse público, ha forzado al Ejecutivo a tener que hacer un esfuerzo para reconstruir el diálogo social. El propio Sánchez tuvo que hablar con Antonio Garamendi, el líder de la patronal, para que los empresarios se sentaran con el Gobierno y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuyo equipo ha dirigido las negociaciones.
El Corte Inglés: 25.900 trabajadores

Zena Alsea: 22.000 trabajadores

Seat: 14.800 trabajadores

RBI (Burger King): 14.000 trabajadores

Iberia: 13.900 trabajadores

PSA (Peugeot): 12.000 trabajadores

Renault: 11.649 trabajadores

Decathlon: 8.800 trabajadores

Meliá Hotels: 8.382 trabajadores

Ford: 7.400 trabajadores

Tendam (Cortefiel): 7.000 trabajadores

Primark: 7.000 trabajadores

Michelin: 7.000 trabajadores

Vueling: 3.800 trabajadores

AmRest (La Tagliatella): 3.666 trabajadores

Fnac: 1.627 trabajadores

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Este artículo apareció originalmente en El HuffPost y ha sido actualizado.