La bordadora del mantón de manila de Letizia Ortiz llora al verlo “destrozado” y reconvertido en falda
Esta es una historia que parece de ciencia ficción o, mejor, un drama fashionista. La reina Letizia Ortiz recibió varios regalos con motivo de su enlace matrimonial con Felipe VI y, entre estos obsequios, se encontraba un mantón de manila bordado a mano.
Ángeles Espinar fue la bordadora profesional encargada de darle forma y vida a esta prenda que ella califica de tesoro. Se lo regaló a Letizia con toda su ilusión y esperando a que la reina lo luciera en algún evento público.
Pues bien, Letizia lo ha llevado recientemente, el 15 de marzo, durante el acto de entrega de las acreditaciones a los nuevos ‘Embajadores Honorarios de la Marca España’ celebrado en el Palacio Real del Prado.
Pero, lejos de sentirse feliz por ver su mantón de manila, Ángeles se echó a llorar y es que Letizia (o sus estilistas) han reconvertido este mantón en una falda y el cuello de una blusa para crear un conjunto de traje de dos piezas.
El mantón de manila es color aguamarina con bordados marfil y, lo que antes era una obra de artesanía regalada con tanto afecto, hoy “ha sido destrozada” según su propia creadora. A pesar de que a ojos del gran público Letizia lucía preciosa con ese sofisticado traje de falda y blusa, Ángeles no daba crédito a lo que estaba viendo.
El programa de María Patiño, ‘Socialité’, recogió que “Ángeles rompió a llorar al ver que la reina ha destrozado su regalo” y es que, además de esto, previamente Espinar coincidió con Letizia Ortiz y tuvo ocasión de preguntarle por el mantón para saber si lo había utilizado alguna vez.
Letizia, correcta, le dijo que “todavía no había encontrado la ocasión” pero resulta que su preciado mantón ya era historia tal y como ella lo bordó dado que, Duyos, lo había reconvertido sin consultarle en el traje que es hoy en día y que, obviamente, hace irrecuperable la prenda original.
Tal ha sido el desasosiego y la decepción de Ángeles Espinar que, según recoge la revista ‘Semana’, la hija de la bordadora se ha puesto en contacto con el Palacio de la Zarzuela, residencia de Letizia y Felipe, mediante una sincera carta.
En dicha correspondencia muestra su malestar a raíz del “rediseño de esta obra de arte” pero ahí no queda todo sino que Casa Real le respondió al escrito emitiendo una disculpa oficial en nombre de Letizia Ortiz alegando que no era conocedora de la joya que le habían regalado.
En la carta de disculpa se explica que ante este desconocimiento “de que se tratara de tal joya y que estuviera realizado y bordado a mano, precisamente por eso se optó por reoptimizarlo”.
Este escrito pidiendo perdón es lo único que le queda a Ángeles Espinar y es que, aunque nadie le devolverá la ilusión de ver a la reina con su hermoso mantón de manila, al menos le queda el consuelo de que lo han rediseñado desde una falta de conocimiento absoluta, error grave por parte del equipo de estilismo de la monarca.
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